Los trastornos digestivos son muy comunes en los adultos mayores, por lo que su diagnóstico requiere una cuidadosa evaluación para sentar las bases de una adecuada acción terapéutica.
Basándonos en esto, las decisiones deben ser lo más individuales posible, teniendo siempre en cuenta los cambios fisiológicos típicos del envejecimiento que conducen a la aparición de trastornos de la ingesta, digestión y absorción de alimentos:
DISFUNCIÓN GUSTATIVA
DISPEPSIA FUNCIONAL
MALABSORCIÓN INTESTINAL
CAMBIOS METABÓLICOS EN EL HÍGADO
INCONTINENCIA FECAL
DIVERTICULOSIS INTESTINAL Y DEL COLON
ESTREÑIMIENTO
Con el paso de los años aparece un descenso en la secreción de saliva y se inhiben las funciones de los receptores del gusto, de lubricación, digestiva, bactericida, entre otras.
Anormalidades de la motilidad gastrointestinal (con la edad, en el aparato digestivo hay enlentecimiento de la motilidad gastrointestinal y descenso en la secreción y velocidad de vaciado gástrico).
El paso del tiempo trae consigo adelgazamiento y reducción de la superficie absortiva en el intestino delgado, con la consecuente disminución de la absorción de agua, hierro, vitamina D y calcio. A veces se puede observar intolerancia al gluten (enfermedad celíaca) o a la lactosa.