Por este motivo, las personas mayores son cada vez más y más relevantes en la sociedad, tienen mejor salud, son más participativas y juegan un papel relevante en nuestra sociedad, por derecho como parte de la ciudadanía.
La nutrición y la actividad física se encuentran entre los principales determinantes de la salud. Su impacto global es enorme y su asociación con las patologías como la enfermedad coronaria, la hipertensión, algunos tipos de cáncer y la diabetes tipo 2, está bien establecida.
Por otro lado, los cambios en la composición corporal asociados con la edad, incluida una disminución de la masa ósea y muscular, y una redistribución y aumento de la grasa corporal, pueden provocar, entre otros, deterioro de la inmunidad, trastornos metabólicos, fragilidad, sarcopenia y osteoporosis. , todos los cuales constituyen factores de riesgo de limitaciones funcionales, caídas, fracturas, invalidez, dependencia, institucionalización y mortalidad, afectando el estado de salud, sobre todo a la salud mental y la calidad de vida.